Este newyorkino decidió aventurarse a vivir unos días en solitario en nuestra isla desierta de Gambolo en Enero 2013 y lo hemos recogido «sano y salvo» y dispuesto ha contarnos su experiencia:
Entre otras privaciones, John decidió prescindir de la tienda de campaña para así construir su propio refugio usando hojas verdes y bambú. Y según nos ha contado, al final resultó ser un éxito, aunque también nos ha reconocido que en una de las primeras noches salió completamente «duchado» a causa de una tormenta descomunal.
Este estadounidense nos ha contado que recibió 3 visitas de pescadores locales y que paradójicamente fueron unos de los momentos más especiales que tuvo en esta isla desierta. John estuvo probando suerte con su arpón o pescando con anzuelos desde su canoa, pero al final descubrió que no había mejor método de pesca que el de usar su mosquitera como red en las pozas que se forman cuando baja la marea. Durante sus días en la isla también descubrió lo útil es el humo de la hoguera para ahuyentar a los insectos, por lo que decidió tener un fuego a su lado siempre encendido durante toda la noche.
También nos cuenta que aunque encontraba a menudo pisadas de cerdos salvajes, nunca consiguió verlos, pero que los lagartos monitor se convirtieron en sus mejores amigos ya que merodeaban cerca de su refugio y ayudaban a John a mantener lejos a los roedores.
Puedes ver la explicación situando el puntero del ratón encima de cada foto:
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